Evolucionar es variar y varía el que inventa.
Para esto se necesita crear para generar una resonancia que conecte con las frecuencias más altas posibles, de esta forma se puede obrar con nueva información y así se retroalimenta el bucle de vivir para crear cada vez mejor, porque lo asimilado perfecciona nuestra alimentación consciencial, dándonos entendimientos superiores sobre como evolucionar, es decir: volver a ser niños, pero sin abandonar las responsabilidades sino asumirlas con positividad e inteligencia.
No evolucionar es pudrirse, es decir, debilitarse constantemente y habitar en estado de descomposición. No huele mal porque la oscuridad de su mente no tiene olor, pero sus pensamientos hediondos marcan sus pasos, se los ve en sus hechos concretos y sensoriales como en sus emociones toxicas; su incumplimiento compulsivo, sus anhelos permanentes de juzgar y calumniar. Neurótico resentido, aguijoneando pésimos pensamientos, él es el haz “anti héroe”, pero siempre calmado ante la mentira y no luchando nunca si no hay ventaja para hacerlo, o sea, si no puede esconderse en la manada aborregada. Porque así es el rastrero a-moral; oportunista pero silencioso si la marea esta baja, presto a todo tipo de mezquindades con tal de ocultar lo que nunca fue, nunca podría haber sido; y jamás podría ser.
Tal como pensar sin decir es estar muerto, porque morir es no estar; ese es el precio del cobarde: la ausencia. Y si se puede ocultar carencias o disimular en la apariencia esto no es posible en la cultura, se leyó o no se leyó; se incorporó o no se incorporó información y experiencias valiosas para el aporte humano.
No es difícil hacerse con la realidad cuando uno observa los hechos. Y la información, a excepción de antes, está al alcance de la mano, no la adquiere quien no desea abandonar su zona de confort, apunto de ser aniquilada por los planes terroristas de los enemigos anti humanos. Y agreguemos que estancarse no es ulular cual ameba inmortal sin aparentes consecuencias graves, sino retroceder; pues nada está quieto y si no flota con ansias de crecer se hunde, como el musculo cerebral que si no se usa se atrofia.
El pensamiento es lo mismo, conectado en redes naturales, aprende y trasmite. El problema consiste en que, si esos pensamientos fueron imperceptiblemente inoculados para potenciar desgracias como resultado de haber caído en numerosas trampas inconscientes, paradigmas nefastos como la política o la religión; o fueron parte de un proceso genuino que delata que el ser pensante busca la verdad a toda costa, con el fin de ejercer la plenitud humana de su talento por su propia fuerza y voluntad.
Con el claro objetivo de endiosarse junto a los suyos y santificar la sabiduría del buen vivir…
Es decir, sanarse para vencer a la tiranía anti humana.